estudiar nuestros problemas de sostenibilidad y medir nuestro impacto para poder reducirlo.
reconocer en qué fallamos para poder mejorar y actualizar a nuestras partes interesadas en el camino.
eligir materiales conscientes y diseñar productos que duren.
trabajar con socios comerciales que piensen igual cuando se trata de la sostenibilidad.
crear políticas y procedimientos claros que construyan una cultura orientada a la sostenibilidad.